29 de Mayo del 2011, una fecha desalentadora para la política colombiana, la elección de los representantes para alcaldes, gobernadores, senadores, o para una diversidad de puestos políticos colombianos, los cuales solo muy pocos pueden cumplir con sus tareas sin tomar más de lo debido, fueron elegidos.
De los 12 millones colombianos, potenciales votantes sólo el 10% de la población colombiana se acercó a votar, es decir, más o menos 500 mil colombianos que sí participaron en estas elecciones, que por innecesarias que parezcan juegan papeles enormes en los resultados de nuestra política –De la cual no se ve mejora-, se ve el desatento de los colombianos al ni siquiera acercarse y mirar por quién votar y realizarlo –a pesar de no saber muy bien porque- la participación es esencial e indispensable en nuestra política.
Fueron 15 mil 376 mesas de votación en 271 de nuestros 120 municipios en 25 de los 32 departamentos en todo el territorio colombiano, un fracaso total, perdida millonarias de hasta 70 mil millones de pesos que se pierden, es decir cada voto que se compró, imprimió y se envió a las distintas mesas en Colombia costó –Sólo un voto- 140 mil pesos y todo estos votos que se perdieron podían elegir entre los seis participantes de estas elecciones: el Partido Conservador, el Partido Liberal, el Partido Verde, el opositor Polo Democrático Alternativo, Cambio Radical, y el Partido de Unidad Nacional.
La apatía hacia la clase política –quizás por su buena fama- genera gastos inimaginables para el estado colombiano, que ya muchos problemas de corrupción presenta, ahora debe examinar este caso que es sólo una de tantas irresponsabilidades por parte del pueblo colombiano, falta de carácter y de participación.Es tanto el impacto de este fracaso provocó que nuestro ministro del interior Germán Vargas Lleras abriera la posibilidad para reformar las consultas internas en las organizaciones, para elecciones locales debido al fracaso de participación en estas elecciones.
La política se basa en la participación del pueblo, cuando este se ausenta, el estado toma el poder, y cuando el estado pierde el poder y el caos se apodera de la sociedad el pueblo comienza a ver la realidad de su valor y su importancia en el futuro del país.
